La belleza nos rodea allá donde viajamos, sin prejuicio alguno. Tan solo es cuestión de darse una vuelta por esos lugares donde la magia asoma por nuestros senderos. Avistamientos de objetivo, perfiles ajustados y un sinfín de astutas ideas absurdas asemejan nuestros gustos fotográficos en una cámara que por momentos hecha humo.
Tras presentar en varios concursos amateurs dichas imágenes puedo recular nuevamente y reconocer mi más absoluta alegría al saber que dichas instantáneas me pertenecen hasta el final de los tiempos.
Alegría contenida y orgullo engrandecido son las sensaciones que obtengo cada vez que alzo la mirada ante tales postales que en su día esperaban impacientes a viajar a una tarjeta de memoría que golpea sus paredes con la sensación de sofoco ante tantos archivos almacenados.
"La fuente de la vida" y "estrella en el camino" superan con creces mi egoismo sobre la mejor imagen. Espero que sea del agrado ..
