Me apetecía volver a escribir, coger nuevamente el teclado de mi viejo ordenador de mesa y relatar una experiencia que deja huella de por vida en mi mellado corazón.
Nunca fui de estudiar, debo reconocer esta verdad ahora que mis tutores no pueden oírnos.Lo cierto es que desde bien pequeño me interesé por la Guerra Civil.Reconocer que en este aspecto no soy objetivo no pillará de sorpresa a nadie pero creo que se debería contar toda la verdad para poder ir cerrando heridas aun abiertas.
Uno de los puntos cardinales que logró engancharme a esta locura de afición fue la historia de "Las 13 Rosas".Trece jóvenes libertarias que lucharon con su propia vida ante un fascismo cruel que negaba al pueblo de libertad y justicia. Una batalla con un final trágico para estas "niñas" de 18 a 29 años que las apartaron rápidamente de la peor de las maneras posibles.
No seré yo quién cuente la historia ni la manipule como ciertos medios de comunicación han hecho durante décadas. El motivo de este artículo es complementar un fin, una auténtica lucha para que nadie logre borrar sus nombres de la Historia.
Hace unos días me encontraba en la Capital del Reino y decidí acercarme al cementerio de la Almudena, el lugar donde se interpreta un merecido homenaje y reconocimiento a su lucha. Nada más acercarme al lugar las lágrimas se derramaban disimuladamente en mi rostro cansado de andar buscando dicho rincón. Allí, colgado del muro donde sin piedad alguna fueron fusiladas por soldados desalmados se rinde culto a una ideología, un movimiento, un sentimiento.
Fue un 5 de Agosto de 1939 y décadas después se puede apreciar la carga de emoción en el lugar, eclipsando los respetuosos homenajes a folclóricas y artistas de gran talla Nacional
Espero que estas indefensas líneas contribuyan a no olvidar la otra parte de nuestra historia, la menos reconocida.
Para un servidor es un orgullo enorme sentir su presencia y su lucha.
J.A.SAN.E
